ALGUNAS REFLEXIONES CITADAS EN EL LIBRO “LAS CALLES DE CHOIX” (Un paseo por su Historia)
De diversas circunstancias, de hechos y dichos, la calle es trayecto obligado del quehacer cotidiano. Callejear es necesidad, impulso o habitual vagancia.
En su avalancha, la calle nos proyecta entre la indiferencia o como actores conscientes del trajinar humano.
En bullicioso y callejero mercado, la convivencia coincide a diario en demanda de las subsistencias.
Teatro descubierto de dramas y tragedias, la vía pública suele ser albergue de miserias humanas que impactan el alma de dolor y sangre.
En fortuna contrapuesta, también ahí se disfruta de una vida anhelante; de bondad solidaria, de palpitantes idilios en callejero encuentro.
Las calles son espacios que fluyen rumores; noticias, relatos y guardan el eco de voces de antaño.
La calle es factor de existencia. Es algo más, es rumbo y destino